El CBD tiene diversas propiedades beneficiosas para el cuidado de la piel. Este compuesto puede ayudar a regular la producción de grasas y combatir las bacterias, lo que lo convierte en un aliado para reducir los síntomas del acné, por ejemplo.
Además, posee cualidades hidratantes y antioxidantes que contribuyen a prevenir y minimizar los signos del envejecimiento. Los signos del envejecimiento, se producen como resultado de la exposición diaria al sol, al aire y otros factores oxidantes. Con el tiempo, van deteriorando la piel al disminuir los niveles de colágeno y elastina. El CBD puede neutralizar estas moléculas y evitar su formación. Por lo tanto, ayuda a combatir las arrugas, reduciendo su aparición y retrasando su desarrollo.
También ofrece protección frente a los rayos UV, lo que ayuda a evitar la aparición de manchas y a cuidar la piel del daño solar. Por otro lado, el CBD es antiinflamatorio y analgésico, lo que facilita la recuperación de la piel tras una exposición prolongada al sol. Estas mismas características lo hacen adecuado para el cuidado de áreas delicadas, como los labios, ya que puede calmar, hidratar y regenerar la piel dañada.